domingo, 11 de marzo de 2012

Bel Ami

Basado en la novela de Guy de Maupassant, “Bel-Ami”

Se derriten las señoras
a tu paso señorial,
con ese aire marcial,
mirando pasar las horas

en la mesa de un café,
exhibiéndote gozoso
y que observen como un mozo
encandila a una mujer.

No es necesaria cultura
ni ser muy inteligente,
tan solo mantener presente
tu porte y tu galanura.

No eres escrupuloso
en cuestiones de placer
con tal de satisfacer
tu instinto libidinoso.

Pero si quieres medrar
en esta sociedad tan vil,
te propondrás como fin
un buen partido buscar.

No faltarán candidatas
que se vuelquen en tu ayuda;
soltera, casada o viuda,
libarás de mata en mata.

Y el polen que así consigas
será el que siempre anhelaste
aun a costa de burlarte
del amor de tus amigas.

Seductor al conquistarlas,
cariñoso al mantenerlas,
indiferente al perderlas,
mezquino al abandonarlas.

¿Cuántos hombres hay así
que de forma abyecta engañan
a conocidas o a extrañas?
¡Dímelo tú, Bel Ami!

Que bien se ajusta tu mote
a tu presencia ladina
con esa actitud tan fina,
y un muy cuidado bigote.

Pero el que te creó
y narró todos tus actos,
supo también ser exacto
cuando al fin te retrató.

Te has convertido en ejemplo
del hombre ruin y malvado,
y aunque seas adorado
no te mereces un templo.

Aquí vienen y aquí están
tus victimas, Bel Ami,
y cuando te juzguen a ti
juzgarán a Maupassant,

por esa idea tan tonta
de abusar de las mujeres
con tus indignos saberes
de un don Juan de poca monta.

Un poco ofendido estoy,
y como persona decente
te digo sinceramente:
«No me gustas Georges Duroy»

Porque hombres como tú
denigran la condición
de aquel que tenga intención
de hacer gala de virtud.


José M. Ramos. Pontevedra, 5 enero 2012