domingo, 11 de marzo de 2012

La muerte

 
Entre cruces y obeliscos
los muertos desfilarán
y Ella los llevará
cual ovejas al aprisco.

¿Qué es la muerte? me pregunto.
¿Es sumergirse en la nada?
¿O quizá es una vaguada
que nos conduce a otro mundo?

Esta es la eterna cuestión
que desde el hombre es pensante
busca respuesta anhelante
y no encuentra solución.

Y pese a toda su ciencia,
su progreso y raciocinio
ante la muerte es un simio,
pues desconoce su esencia.

¿Así, de dónde venimos?
¿Cuál es al final nuestra suerte?
¿Por qué esta obsesión con la muerte?
¿A dónde nos dirigimos?
No hay filósofo brillante
que responda a estas cuestiones
y aunque esgrima mil razones
siempre será un ignorante.

No sirve la religión,
la filosofía es vana;
nada nos cura ni sana
de esta tremenda aflicción.

No me extraña en absoluto
que el hombre con intelecto
se obsesione con espectros
y muestre respeto al luto.

Y al igual que los corderos
nosotros nos comportamos,
cuando en esta vida vamos
alegres al matadero.

José M. Ramos. Pontevedra, 26 noviembre 2011