sábado, 10 de marzo de 2012

Los tres cerditos (versión apócrifa)


Tres pequeños cochinillos
Muy alegres retozaban
Ni siquiera sospechaban
Convertirse en solomillos.

Acechaba un lobo fiero
A los cerdos inocentes
Teniendo intención en mente
De comérselos enteros.

Aunque no tenía indicios
De que aquellos tres marranos
Eras polis disfrazados
De la brigada antivicio.

Y cuando ante ellos oyeron
Aquel terrible rugido,
Los tres polis sorprendidos
Sus pistolas extrajeron.


Y el lobo mirando el cuadro
De tres cerdos tan valientes
Armados hasta los dientes,
Huyó cual lo lleva el diablo.

Y corriendo como ardilla
Aún continúa el felón.
Ahora odia el jamón
Y no quiere paletilla.

Y cortando por lo sano
Carne dejó de comer,
Y a veces lo podemos ver
En bares vegetarianos.

 José M. Ramos. Agosto 2012