domingo, 11 de marzo de 2012

Violencia de género

 
Miembro de la humanidad,
me planteó la cuestión
de cual será la razón
de la gran desigualdad,

que hoy aún se puede ver
en alguna latitud,
con esa malsana actitud
respecto de la mujer.

Solo culpo a la estulticia,
incultura e ignorancia,
y al triunfo de la intolerancia,
cómplice de la injusticia.

Y ha sido la civilización
de origen judeo cristiana
la que relegó a la dama
a tal ínfima condición.

Y hoy aún peor están
y la situación se agrava,
pues la mujer es esclava
en el mundo musulmán.

Hoy es gran lacra social
que se combate arduamente,
aunque siempre esté presente
el desenlace fatal.

Hablo de la violencia
que padece una mujer
sin poderse defender
de los golpes que le arrecian.

En su vertiente más grave
el culpable es su pareja
porque cuando ella a él lo deja
a este esa opción no cabe.


El perfil del agresor
es el de un hombre malvado
que tiene distorsionado
el sentido del honor.

Y cuando surge un conflicto
en el seno familiar,
lo resuelve sin dudar,
haciendo uso del cinto.

Y conociendo al malvado,
mostrándole cara amable,
también seremos culpables
por mirar al otro lado.

¿Cuál es pues la solución
para que la situación ceda?
Solo una vía nos queda,
y está en la educación.

Y no vayan a creer
que el problema es marginal
En todo ámbito social
indefensa es la mujer.

Solo pido a la justicia
y a los hombres de conciencia
que en vez de tener clemencia
actúen con más pericia.

Así que pronto yo espero
que ante este tipo de violencia
no invoquemos la paciencia
y haya tolerancia cero.

José M. Ramos. 10 diciembre 2011